viernes, 15 de octubre de 2010

Resurgiendo emociones inesperadas
















Llegaste de repente y lo recuerdo constantemente.
¡Estas reveladoras ensoñaciones me sorprenden!
Soy inmensamente feliz disfrutando mi libertad,
pues la amistad me regala siempre grandes alegrías,
pero ilusionada espero ahora tus cartas cada día.
Palabras relajadas, confidencias inesperadas.
Comienzo a añorar emocionada el poder verte.
No puedo creerme lo que me pasa.
Me descubro pensándote aletargada.
He prohibido al miedo dejarme paralizada,
deambular por mi mente y divagar por mi casa.
Y aunque no puedo imaginar cómo serán tus caricias,
insistentemente deseo que repitas el beso que me diste.

Déjame que te muestre mi lugar para perderme.


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