sábado, 5 de septiembre de 2009

Releyéndome, releyéndote, aprecio tu esfuerzo.
Aunque mi mensaje lo publique encriptado,
tu siempre alcanzarás a comprenderlo.
Soy afortunada por tener lo que tengo.
Te dejo otra muestra de mis ansias de quererte,
anhelando verte desde mi beso de despedida.
No dudes que esta noche volveré a soñar contigo.