sábado, 30 de agosto de 2008

Gracias por leer

Muchas gracias a todos por vuestra opinión. Me ha llegado tanto a través de comentarios en el mismo blog, verbalmente como por messenger. En general, las expectativas son buenas y me alegra que os guste. Intento reflejar mi propia vida, pero pretendiendo llegar a la gente, que podáis sentiros identificados de algún modo por medio de mis palabras. Al fin y al cabo todos sentimos la vida, dentro de la diferencia, de una manera muy parecida.

Con cariño,
Silvia.

Nostalgia de cariño

Este ha sido mi primer año de carrera. No lo he llevado mal, más bien, todo lo contrario. Aún así, me han quedado algunas asignaturas por muchos motivos y ninguno en particular, ya sabéis (estás dividida entre facultad, escuela de idiomas, amigos, familia, etc.) Entonces decidí apuntarme a clases particulares para recuperar las materias suspensas. Sin lugar a dudas, si ya estudiar en verano es frustrante, compaginar estudio y trabajo lo es aún más. Es agotador física y psicológicamente. Tras un curso con un ritmo frenético, tenemos la suerte de disfrutar vacaciones, pero solo aquellos que pueden. Está llegando el momento en el que las fuerzas fallan y necesito un descanso.

Ayer fue uno de esos días ajetreados en los que ambas cosas coincidían. Me levanté temprano para ir a clase y estuve dos horas haciendo problemas de matemáticas. Por suerte, mi esfuerzo está dando sus frutos y soy optimista para el examen del próximo viernes. Al salir de clase, me encontré con unas amigas, compañeras en la facultad. Y aquí empezaría una de las razones por las que hoy estoy triste. Verlas me alegra muchísimo, pero también no sentirlas tan cerca como antes y notar que yo misma me estoy alejando, me deprime.

Más tarde, me dirigí a la biblioteca del centro para devolver unos libros que había leído mi madre. Ya que estaba allí, escogí uno para ella y otro para mi. Y regresé a casa. Almorcé y descansé un ratito para aguantar por la noche en el trabajo. Me despedí de mi madre antes de acostarme, pues se iba a Chiclana este fin de semana con mis tías y mi abuela. Estas serían las pocas vacaciones que tendría este año. Cuando me levanté, ya se había ido. De nuevo esto me desanimó. Deseaba ser un poco más independiente, pero también he sentido la soledad que a veces conlleva. Echo de menos el calor de la gente que quiero y el no tener tiempo para disfrutar de ellos.

Después, como cada día, me puse el uniforme y me fui al trabajo. Otra vez estaban los horarios mal configurados y faltaba gente para recoger las salas. Eso se traduce en estrés, mucho estrés. Debes llevarlo todo sola cuando a otras horas sobran empleados. Terminaba a la una, pero decidí quedarme hasta el cierre con mis compañeros del trabajo. No había nadie en casa y aún me sentiría más sola. Ya habían entrado todos los pases y el ambiente era tranquilo. Eli, la muchacha que proyecta las películas en cabina, sacó un juego llamado Electrosock. Nos sentamos en el suelo con un mando cada uno. Se encendía una luz roja y cuando cambiaba a verde, la máquina te soltaba una descarga. ¡Qué bien me lo pasé! ¡Todos tirábamos el mando!

Salió la gente del cine, nosotros cerramos y Paco me acercó a casa. En el coche, le indiqué dónde vivía y resultó que siempre habíamos estado en el mismo barrio y estudiado en el mismo colegio y el mismo instituto. Solamente que no nos conocíamos por la diferencia de edad. ¡Me encantan estas coincidencias del destino! Me parecen realmente curiosas.

A pesar de todo, hoy no puedo evitar sentirme triste y culpable por este mismo sentimiento. Debería estar alegre por todo lo que tengo y lo que soy, pero no es así. Echo de menos a mi gente.

Con cariño,
Silvia.

sábado, 23 de agosto de 2008

Un COMIENZO, Mi COMIENZO


Ya es de noche. Los días se acortan. Poco a poco se va notando que el verano termina. Hace un rato, han pasado por el bar de la esquina que está junto a mi casa un par de músicos tocando canciones de los 50 con un saxo y un acordeón. La melodía que entra por la ventana entreabierta, me sugiere escribir. Así, decido dejar constancia de un largo viaje, mi vida, con ayuda de este blog. Ahora, ya un poco más tarde y después de que mi inspiración fluya, estoy sentada frente al portátil escuchando de fondo "La vie en rose" de Louis Armstrong, con intención de redactar este primer artículo como presentación.

Me llamo Silvia y hace 20 primaveras que disfruto de los pequeños detalles que me da la vida. Bueno, quizás no tanto, porque aprendes a saborearla después de muchas tensiones y años de inocencia. Me alegra decir que estudio Turismo (de ahí el nombre del blog), pues esta carrera me ha dado lo que más aprecio en este momento: mis amigos y sentirme realizada al encontrar aquello a lo que dedicarme profesionalmente en un futuro dando lo mejor de mí.

Hoy, aprovecho mi día libre en el trabajo para limpiar un poco el caos de mi habitación y descansar un poco. Soy acomodadora, aunque solo durante los meses de verano para poder sacar un dinerillo extra, ayudar así un poco en casa y, a la vez, llevar adelante las asignaturas que me han quedado pendientes. Al igual que otras muchas cosas que he hecho por primera vez este año, trabajar ha sido una de ellas. Después de intentarlo dos semanas en un bar, decidí dejarlo y simplemente estudiar y aprovechar mis vacaciones. A la semana, me volvieron a llamar para una entrevista en el cine. Estaba deseando sentirme independiente, así que fui a la entrevista y me eligieron. No puedo estar más contenta! Mis compañeros tienen casi la misma edad y nos los pasamos bastante bien contando chistes malos entre pases, montando los display de las películas y dándonos sustos unos a otros cuando estamos limpiando solos en las salas.

A pesar de haber sacrificado días de playa, salidas por la noche con mis amigos o algún que otro viaje; ha sido un buen verano, muy distinto a todos los demás.

Con cariño,
Silvia.

P.D.: La que sale en la foto de la cabecera, soy yo en la Plaza de España en Sevilla. Y gracias Luis por ayudarme a crear este blog, puesto que yo no tengo ni idea de estas cosas. Un abrazo.