No entenderé nunca por qué siempre suenas
cuando estoy feliz y tú te enamoras.
Me das esperanza, aunque ahora no la tenga,
diciéndome "Nunca es tarde, los relojes son de arena".
No sabré nunca por qué compones tus letras
con algunos de mis mejores poetas.
Mis palabras. Tus versos. Mutuos sentimientos.
Dos maneras parecidas de expresar un solo pensamiento.
Me alientas con un soplo de autenticidad,
con melodías que casi las pudiera acariciar.
Acordes que me visten de tul y seda
cuando mis puntas y mis manos en el aire se enredan.
El mejor regalo, tu tiempo, tu voz.